jueves, 27 de octubre de 2011

Sobre el color de las hojas en otoño


Cada año cuando llegan estas fechas, me refiero al otoño, los árboles de hoja caduca cambian de color, algunos de forma muy llamativa. Se estima que aproximadamente un 10 % de las especies de árboles de zonas templadas cambian a un color rojo. Parece que no se trata simplemente de un efecto de la senescencia, es decir, de que las hojas están muriendo, lo que podríamos llamar un efecto neutro, sino que presenta ventajas para las plantas que adoptan esta estrategia.


La pregunta es ¿por qué las hojas cambian de color?. Primero, la coloración verde que generalmente predomina en las hojas, se debe a que poseen una alta concentración de clorofila, mucho mayor que la de otros pigmentos, de color amarillo o rojo.

El color de las hojas en el otoño se debe fundamentalmente a dos pigmentos; carotenoides (color amarillo-naranja) y antocianinas (rojo-púrpura). Los carotenoides están presentes durante todo el año en las hojas, aunque no son visibles porque la clorofila los enmascara. En el otoño la clorofila se degrada en otros compuestos que carecen de color y entonces se hacen visibles. En este caso, no hay evidencias de que las plantas lo sinteticen en otoño, aquí podríamos hablar del efecto neutro. Sin embargo, el caso de los antocianinas es distinto, éstas se sintetizan activamente en otoño, justo antes de que las hojas caigan. Es decir, el color rojo, se produce activamente en otoño; ¿por qué? que "interés" tienen las plantas en gastar recursos para esto...


Es sorprendente ver la cantidad de trabajos científicos que hay sobre el tema, ¡algunos del siglo XIX¡. Pues bien, las hipótesis se pueden agrupar en dos:

1. Fotoproteción
2. Señal para los insectos.

La primera hipótesis explicaría la aparición de estos colores rojos como una protección frente a la luz. Se sabe que la luz, combinada con las bajas temperaturas, daña los tejidos de las plantas. Con estos colores rojos las plantas se protegerían, durante un corto periodo de otoño, para conseguir reabsorber los nutrientes que tienen las hojas, evitando que se degraden (fotodegradación), antes de ser movilizados a otras partes de la planta. No es el único caso conocido, se sabe que en muchas especies (no solo de hoja caduca, sino también de hoja perenne) las hojas jóvenes son rojas, como fotoprotección y se vuelven de color verde a medida que maduran.

La segunda hipótesis sería una hipótesis coevolutiva (evolución mediante adaptaciones en paralelo de dos organismos) entre las especies de árboles y distintos insectos. En este sentido, el rojo podría ser una señal que le indique a los insectos que el árbol en cuestión, no es un buen sitio para pasar el otoño, bien porque tiene poco alimento que ofrecer, tiene elevadas proporciones de defensas químicas o cualquier otra característica negativa. El grupo que se apunta como candidato para "promover" esta señal en las plantas, es el de los áfidos (pulgones). Muchas especies de pulgones se "mudan de residencia" en otoño. Después de pasar el verano en especies herbáceas, se van a los árboles y ponen sus huevos, normalmente cerca de las yemas de crecimiento del año siguiente. De esta manera, en primavera estan preparados para alimentarse en los brotes jóvenes, llenos de savia. Pues bien, no está claro el mecanismo (algunos apuntan a que los pulgones son ciegos para el rojo, pero esto no está contrastado mediante experimentos), pero el caso es que los pulgones prefieren los árboles que tienen cualquier otro color que no sea el rojo.

Aunque aquí he resumido las principales hipótesis, la cosa es un poco más complicada y quedan muchos puntos oscuros en ambas hipótesis. Podéis encontrar una información mucho más detallada en el siguiente trabajo:

Archetti & col. (2009). Unravelling the evolution of autumn colours: an interdisciplinary approach. Trends in Ecology and Evolution, 24(3): 166-173.
  


viernes, 21 de octubre de 2011

Claves de la flora de Andalucía Oriental en pdf

Como comenté en una entrada anterior, se han publicado las claves de la flora vascular de Andalucía Oriental. En esta obra, como "adenda", se incluye un CD con la 2ª edición de la Flora de Andalucía Oriental (la obra completa).  En el vínculo que os pego a continuación podéis descargar el pdf.




Descargar la flora de Andalucía Oriental (2ª edición)

lunes, 17 de octubre de 2011

Plantas que "resucitan": el garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus)


El garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus), una leguminosa que llevaba sin observarse casi un siglo, por fin ha podido ser estudiado con detalle. La especie se considera en peligro crítico de extinción, ya que solo se conoce una población en todo el mundo situada en la localidad de Tallante (Murcia). El estudio ha sido publicado por investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena, en la revista alemana Flora.

Más información:

Noticia en Plataforma SINC

Martínez-Sánchez, Juan J.; Segura, Francisco; Aguado, Mayra; Franco, Jose A.; Vicente, Maria J. “Life history and demographic features of Astragalus nitidiflorus, a critically endangered species” Flora 206(5): 423-432, 2011.

martes, 11 de octubre de 2011

¿El olivo es un arbusto o un árbol?

El problema de los conceptos erróneos grabados a fuego.
Para mí está muy claro que se trata de un arbusto, pero hace unos meses me dí cuenta de que para la mayoría de la gente no está tan claro. El "detonante" fue una pregunta que me hizo mi hija para contestar a un ejercicio del colegio: "¿papá el olivo es un árbol o un arbusto?, yo le contesté que un arbusto y le explique por qué. Al día siguiente me dijo: ¡papá te equivocaste, mi seño me ha dicho que es un árbol¡. La situación posterior fue un poco curiosa, porque se lo expliqué a su profesora y después a la directora del colegio (parece que se había corrido la voz...). Les dí la misma explicación, pero había un tono de incredulidad en su actitud, porque lo que les estaba explicando chocaba frontalmente con su idea. Así que supongo que el año que viene les volverán a decir a los niños que el olivo es un árbol.


Después hice un pequeño sondeo entre mis conocidos (muchos de ellos biólogos e incluso botánicos) y el resultado era parecido, aunque normalmente dudaban y se quedaban convencidos (o lo aparentaban) después de la explicación.

En alguna ocasión me han hablado de la importancia de no introducir conceptos erróneos en la educación básica. Y es que estos conceptos que aprendemos en nuestra tierna infancia, quedan grabados a fuego. Cuando después aprendemos lo conceptos correctamente (si es que tenemos oportunidad), estos quedan "superpuestos" y tienen a desaparecer de nuestra memoria, quedando los conceptos erróneos imperturbables.

Después de esto hice un rastreo por algunas páginas web y cual fué mi sorpresa, la mayoría de estas páginas indicaban que el olivo es árbol. Para hacernos una idea (aunque el sistema no sea muy ortodoxo) si teclamos en google "olivo árbol" nos aparecen 3.310.000 entradas, si embargo si teclamos "olivo arbusto" nos aparecen solo 496.000. Pues bien, la mayoría, como ocurre en algunas otras situaciones, está equivocada.

Bueno vamos a proceder de forma sistemática, primero ¿cual es la definición de árbol?

Si consultamos alguna obra de referencia como el diccionario de Botánica de Font Quer, árbol es: "vegetal leñoso de por lo menos 5 m de altura, con el tallo simple (en este caso denominado tronco) hasta la llamada cruz, en que se ramifica y forma la copa, de considerable crecimiento en espesor. Se diferencia del arbusto en que se cría más alto y no se ramifica hasta cierta altura". Es decir la clave de la cuestión es si se ramifica desde la base (arbusto) o no (árbol).

El olivo emite brotes desde la base del tronco o los troncos
Aspecto de un olivo abandonado hace unos 15 años. Puede observarse la estructura de arbusto, ramificado desde la base.

El malentendido quizás venga de la forma que tiene el olivo en cultivo, que es la típica de un árbol, si a esto unimos la considerable altura que tienen algunos ejemplares, parece que lo más adecuado es aplicarle el término de árbol. Pero, hay que tener en cuenta que el olivo, cada año emite unos brotes desde la base, que tienen que ser eliminados (normalmente en verano), de lo contrario estos brotes crecen y se pierde la forma de árbol, esto puede observarse en cualquier olivar abandonado. olivar es abandonado.

Resumiendo, que la forma arbórea del olivo es artificial y nunca tendría esta forma sin la intervención del hombre.
Por tanto el olivo es un ARBUSTO y tan solo adquiere forma de árbol y arbolillo por la eliminación periódica y sistemática de los brotes de la base.